Es un silent cello y eso significa que puedes tocar con él a altas horas de la noche sin molestar a los vecinos. Los acabados destilan calidad y cuando se conecta a un buen sistema de sonido el resultado es asombroso. Combinado con pedales de efectos, sus posibilidades son ilimitadas.
Las cuerdas que vienen montadas, las D'Addario Helicore, se comportan estupendamente en este instrumento.
Otro punto muy a favor son los puntos de apoyo y referencia respecto a los de un violonchelo convencional. Pese a la diferencia de aspecto, la adaptación necesaria es mínima, si es que existe.
También me decanté por esta versión y no la SVC 110 por su menor tamaño, y la verdad es que es otro punto muy a favor y a tener en cuenta. Cómodo de transportar y guardar. Todo un acierto.
En definitiva, un gran instrumento con el que poder tocar a horas intempestivas sin molestar, y que nos permitirá hacer volar nuestra creatividad.
Como ayuda, he subido un vídeo detallado de su revisión en mi canal de Youtube, Cellomaniacos, por si a alguien le interesa verlo al detalle antes de comprar.