Con un poco de esfuerzo la flauta cabe en la funda, pero queda tan justa que no es fácil de manipular. Tampoco cabe el cepillo de limpieza. Sería más cómodo el formato bolsa, que permitiera guardar con un poco de holgura la flauta envuenta en un paño para estar más protegida y junto a su cepillo de limpieza. Por lo demás, cumple con su papel.