Lo compré como regalo para mi pequeño hijo y fue un acierto hacerlo. La estructura es de plástico fabricado con mucha calidad, su tacto es suave y tanto el peso como su forma le brindan mucha estabilidad; las placas son de metal, en varios colores que no solo le dan un aspecto atractivo al instrumento sin que cada color corresponde a una nota de la escala (el verde es el Do, el café es Re, etc), además cada placa tiene marcada la nota a la que pertenece en bajorelieve. Lo antes mencionado es muy útil pues los niños que saben leer pueden conocer perfectamente la nota que tocan y los más pequeños que no saben leer, lo hacen en base a los colores. Después, la afinación es muy buena (la comprobé con un afinador electrónico) y el sonido suave y agradable. Fue tal el éxito que al niño le ancantó pero la mamá, la abuela y mi persona terminaron con una reprimenda por monopolizar el instrumento. PD: Viene con un pequeño cancionero en colores y notas)