Bastante útil, y aunque no es mágico, el sonido ambiente que recoge el micro baja un buen par de decibelios, lo uso como compañero inseparable para hacer grabaciones portátiles en sitios con mala acústica. Este filtro es básico si quieres hacer grabaciones con un micro de condensador, tener un micro sensible, de calidad, y una mala acústica es absurdo.
Colocando el micro más adentro o más afuera lo que grabo suena más cerrado y con menos sonido de la sala, o más abierto y con más sonido de sala.
He probado productos similares y funcionales, pero sin duda, este se lleva la palma, si tienes que grabar en lugar no acondicionado, al comprimir la voz las reverberaciones de la sala aparecen por todos lados, además provocando muy feas resonancias, pero con este invento, sin ser mágico... ¡¡te acercas mucho más a un sonido de estudio!! RECOMENDADO.