Compré el GR-55S negro porque me gusta ir contra corriente y a mi bola. El azul se vende más y aparece en todos lo tutoriales de You Tube, de acuerdo, pero el modelo negro se ve menos en el escenario, pasa más desapercibido. Eso creo yo, que no deseo que la pedalera destaque. El protagonista ha de ser el sonido, su sonido, del que paso a hablar a continuación.
Para empezar hay que agradecer a Roland el tamaño de la pantalla. Es estupenda. Te permite ver todas las operaciones que realiza con tu sinte, que son numerosísimas. Prueba de ellos son los bancos de sonido: para solista, acompañamiento, personalizado y efectos raros, frikis y sorprendentes. Cada efecto de sonido o Patch, se puede modificar, ya que algunos son la union de varios, como una guitarra LP distorsionada con un órgano de iglesia y sus correspondientes efectos de chorus, flanger, rever, etc. Manejando un cursor puedes hacer y desacer a tu antojo infinitas posiblidades. Es tan fácil como manejar un teléfono móvil e igual de intuitivo. Mediante los pedales pues cambiar de banco de sonidos, sostener un acorde indefinidamente el tiempo que te apetezca, cambiar de efecto, dar paso a pregrabados, que puede integar por un puesto USB, y tienes un pedal móvil, que sube y baja, dotado de sensibilidad y que controla el volumen de la entrada de efectos así como el guagua, etc.
Una verdadera maravilla. La respuesta del midi es casi inmediata. Otra cosa muy positiva. Es cierto que hay sonidos que no están muy logrados. Ya se sabe que los violines no son el fuerte de estos aparatos. Sin embargo hay pianos y sonidos sintetizados que te dejarán obnubilado. ¿Qué quieres componer una banda sonora con tu guitarra? Ahora puedes. ¿Qué quieres componer música ambiente y atmosférica para una pieza teatral? Ahora puedes. A parte de tus composiciones musicales, se te abre todo un mundo de creación que jamás sonaste.