Es un cable que aparenta ser especialmente robusto comparado con otros cables ópticos. Sin embargo cuando lo usas te das cuenta de que esa supuesta robustez juega en su contra. Normalmente los cables ópticos son finos y ligeros. Este, sin embargo es un cable de grosor estándar que tiene un peso que tira de la clavija. Además, las clavijas, que también aparentan buena robustez, no encajan bien, quedándose con una holgura inadmisible. Se mueven muchísimo, y el peso del cable hace que constantemente pierdan el contacto correcto.
Es una pesadilla intentar que se queden fijos haciendo la conexión correcta. Es definitivamente un diseño fallido de cable.