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5. Motor de sonido

Como ya advertimos, un piano de escenario debe ofrecer en primera línea buenos sonidos de piano acústico y eléctrico. Gracias al rápido avance de la tecnología digital, la mayoría de los modelos superan esta prestación sobradamente: el mal sonido hoy en día prácticamente ha dejado de existir. No obstante, sobre todo en el segmento de alta gama, algunos pianos destacan por sonidos de pianos naturales especialmente auténticos y detalles refinados como simulaciones de cajas de resonancia. Mientras que en una situación de grabación o tocando en una tranquila cámara estas sutilezas pueden ser decisivas, en situaciones en vivo este tipo de nuancias pierden a menudo en transcendencia. Un mensaje tranquilizador, sobre todo cuando el instrumento en primera instancia realmente va a ser muy utilizado en directo y si además el presupuesto apenas alcanza para la adquisición de un megapiano.

Para el músico de escenarios, frecuentemente es decisivo el disponer de una suficiente cantidad de sonidos típicos de piano. Y así por ejemplo demanda generalmente el músico de Rock y Pop sonidos de piano contundentes y ricos en agudos, mientras que los baladistas o también los músicos de Jazz más bien necesitan estar bien surtidos de sonidos naturales de pianos de cola. En el mejor de los casos, un piano de escenario ofrece de facto dos hasta tres diferentes y separados sampleos de pianos naturales, mientras que en los modelos más económicos esta variante a menudo se logra con la reprogramación del sonido del piano de que disponen, lo que normalmente termina sonando menos natural.

Teniendo en cuenta que la música Rock y Pop a lo largo del tiempo ha ido constituyendo sonidos de pianos eléctricos propios muy típicos, los más característicos de ellos los vamos a encontrar por norma en un piano eléctrico. Sobre la relevancia y la elección se puede discutir, pero un buen Rhodes y pianos típicos de FM a la DX7 deberían estar siempre a bordo como mínimo. Naturalidades exigentes como un Wurlitzer (¡Supertramp!), el también mencionado CP70 así como sonidos de clavicordio similares a la espineta, no querrán echarse de menos.

El que desee satisfacer sus gustos de sonido en un piano de escenario, debería informarse muy bien antes de proceder con su compra, y asegurarse de si los modelos en los que se ha fijado ofrecen las prestaciones correspondientes. El rango que abarcan los diferentes sets de sonido en los Stage Pianos varía en mucho. Mientras que los modelos más económicos se contentan con 32 sonoridades cuando no menos, los modelos punteros pueden ofrecer más de 300 Patches. Los Top-Pianos de la firma Roland pueden incluso ser ampliados cargando Samples y sonidos adicionales por diferentes medios externos.

Los modelos Top entre los Stage Pianos disponen de sofisticados motores de sonido que los equiparan a los teclados Workstation actuales.

Gracias a la moderna técnica DSP, la cantidad de sonoridades ha dejado de jugar un papel tan importante en los pianos de escenario actuales. También los pianos de clase media ofrecen actualmente ya polifonías de 128 o incluso 192 voces. En el segmento de precios más modesto se contentan también hoy todavía con menos de 64 notas sonando simultáneamente. Esto no es una desventaja muy grave: hay que pensar que esa cifra de voces en un instrumento sampleado en estéreo se divide a la mitad, de manera que en aplicaciones extremas con el pedal de sustain, el generador de sonido podría ya estar alcanzando sus límites. Además quedan muy pocas reservas a disposición cuando debe sonar más de un sonido al tiempo. Este es el caso por ejemplo cuando los sonidos se solapan (por ejemplo piano más cuerdas), o cuando un Entertainer aplica un secuenciador para ejecutar Playbacks.

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