En los bajos eléctricos diferenciamos también a menudo entre activo y pasivo. Nos referimos a la circuitería electrónica que llevan integrada. No obstante, la mayoría de bajos „activos“ pueden ser conectados también en modo „pasivo“.
El diseño de circuito pasivo sencillo se compone únicamente de potenciómetros (potis) de resistencias regulables. Los podemos dividir en dos variantes: Cada pastilla dispone de un control de volumen, o existe un solo regulador para el volumen total y un regulador de balance preconectado para mezclar entre las pastillas.
Un potenciómetro separado (asociado a un condensador) hace la función de control de tono. Este regulador cambia el sonido variando la cantidad de agudos.
Un bajo es „activo“ cuando con el regulador de tono se tiene la posibilidad no solo de filtrar frecuencias, sino también de amplificar algunas de ellas. Esto puede recordarse sencillamente con una regla mnemotécnica, el bajo debe ser activo para poder amplificar frecuencias, en lugar de atenuar frecuencias de forma pasiva.
Esta capacidad de amplificación se consigue por medio de un circuito electrónico que aporte la necesaria energía, energía que en la mayoría de los casos proporciona una o incluso dos pilas de 9V. Normalmente se encuentran alojadas en un compartimento instalado en la cara posterior del bajo. El sonido de los bajos activos puede regularse de forma similar a como funciona un equipo estéreo, con potenciómetros para ajustar a gusto los agudos y los graves y a menudo también los medios. Por norma general los bajos activos son algo más caros que los pasivos. Por cierto, hay que pensar sobre todo en llevar siempre una pila de repuesto a los conciertos, porque sin energía no hay sonido.
Algunos bajos tienen además otros conmutadores y reguladores, para por ejemplo poder invertir la polaridad de las bobinas, variar bandas de frecuencias del potenciómetro, y mucho más. También los potenciómetros pueden actuar de conmutadores, los llamados potenciómetros Push-Pull pueden asumir funciones de activación de circuitos. Muy a menudo esta función se emplea para conmutar entre modo activo y pasivo.
El decidirse por uno u otro diseño de circuito es una cuestión de preferencias personales. Unos argumentan que el sonido de los circuitos de bajos pasivos es más puro y menos falseado, mientras que otros alaban la flexibilidad de los bajos activos y no pueden vivir sin ello, pero, como hemos dicho: ¡es una pura cuestión de gustos y necesidades!
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