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4. Construcción abierta o cerrada

Además del diseño (ver punto 3), la construcción también juega un papel muy importante en los auriculares. Se distingue aquí entre “cerrados”, “semiabiertos” y “abiertos”:

Auriculares cerrados

Los auriculares cerrados son fáciles de reconocer por el hecho de que la parte posterior de la carcasa está cerrada, lo que se aplica no sólo a los modelos supraaurales, sino también a los supraaurales y los intraaurales (Over-Ears, On-Ears, In-Ears). Los sistemas cerrados sellan el área entre el oído y la fuente sonora para una mejor reproducción de graves y contra interferencias externas. Por medio de un acolchado en forma de anillo la abertura de la oreja se cierra lo más completamente posible y queda presionada firmemente mediante la diadema. Lamentablemente, esto puede causar incomodidad al usarlos tras un largo período de tiempo, y la acumulación de calor alrededor de las orejas se vuelve molesta cuando se llevan largo rato puestos. Sin embargo, las orejeras y las almohadillas acolchadas protegen mejor el oído del ruido ambiental no deseado y es poca la presión sonora generada que se pierde hacia el exterior, de modo que, sobre todo, la reproducción de graves sigue siendo impresionantemente potente, aunque queden apretadas. Por otro lado, la carcasa cerrada puede provocar resonancias y reflexiones que distorsionan significativamente el sonido, lo que exige mayores medidas estructurales por parte del fabricante. Las ventajas de este diseño son un sonido potente (especialmente en la gama de graves) y una buena amortiguación externa. Por contra, hay que contar con desventajas como un sonido menos neutro/natural, la acumulación de calor debajo de los auriculares y el peso.

Los auriculares cerrados se dejan ver principalmente en salas de grabación de estudios, o entre bateristas, DJs o técnicos en vivo. Sin embargo, no son adecuados para usar cerca del tráfico rodado, ni para audiófilos que busquen escuchar de forma especialmente natural, ni para mezclar ni para masterizar.

Auriculares abiertos

Los auriculares abiertos son la solución ideal para una escucha natural y sin falsear y ofrecen, especialmente en un entorno de casa tranquilo, un alta fidelidad de sonido, es decir, transparencia del sonido y muy buena imagen espacial. Técnicamente, este ideal no se puede alcanzar por completo, porque la presencia de una "construcción" siempre impide que la membrana vibre e irradie libremente. Los desarrolladores intentan acercarse lo más posible a este ideal mediante un diseño “aireado” y materiales “suaves”, con un éxito (descrito en el llamado coeficiente de aislamiento acústico) de entre el 30 y el 55% de penetrabilidad como máximo. Los sistemas abiertos se apoyan holgadamente en la cabeza y protegen ligeramente la oreja del exterior, de modo que los ruidos del entorno se pueden escuchar plenamente y alrededor también se escapa el sonido de los auriculares. Son cómodos de usar incluso durante largos períodos de tiempo: al mezclar y masterizar en el estudio, por ejemplo.

Auriculares semiabiertos

Desde un punto de vista estructural, los auriculares semiabiertos son un compromiso entre los sistemas abiertos y los cerrados, e intentan combinar las ventajas de ambos: aquí, las frecuencias altas quedan en gran medida atenuadas hacia el exterior por la construcción de los auriculares, mientras que las frecuencias bajas sí escapan al exterior. En consecuencia, hay situaciones en que el ruido ambiental de baja frecuencia puede resultar perjudicial. Los componentes de señal graves se reproducen con mayor fidelidad que en los sistemas cerrados. Especialmente para uso en casa se compran auriculares semiabiertos principalmente porque son más cómodos de llevar que los sistemas cerrados y las interferencias provocadas por las bajas frecuencias suelen ser irrelevantes.

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