Uno de los peligros inherentes de la amplificación de instrumentos acústicos es la realimentación. Mientras que algunos fabricantes han intentado remedios físicos como cuerpos más delgados o tapas para la roseta de la guitarra por ejemplo, todos ellos son insuficientes para combatir un problema asociado intrínsecamente a la propia estructura básica de una guitarra acústica, de modo que no queda otra alternativa que recurrir a las soluciones que nos brinda la electrónica.
La mayoría de realimentación se produce en una frecuencia específica, por lo general se trata de un aullido en un tono identificable. Es por esta razón que la mayoría de soluciones electrónicas a la retroalimentación se enfocan a la aplicación de algún tipo de EQ específico para combatirla. Pero las bandas de corte de frecuencia estándar de la mayoría de los ecualizadores son demasiado anchas para reducir la realimentación sin afectar seriamente a la calidad del sonido básico, un precio demasiado alto a pagar para evitar el problema.
El dispositivo que se utiliza en estos casos es un filtro de corte, también conocido como filtro Notch: un filtro muy estrecho y con una banda de ecualización de alto rechazo.
El procedimiento para la optimización del comportamiento de la realimentación es idéntico en la mayoría de los amplificadores acústicos. Si al elevar el volumen general del amplificador aparece la realimentación, se busca con ayuda del regulador de frecuencia el rango de frecuencia responsable de ello. El filtro Noch activo realiza un continuo análisis de la señal de entrada, y reduce de forma efectiva la frecuencia responsable de la realimentación, mejorando el comportamiento de la señal contra la realimentación. Y como el filtro Noch trabaja de forma muy precisa en el espectro de frecuencia, apenas se nota en el carácter general del sonido final el masivo corte de frecuencia aplicado en la acción.
La mayoría de filtros Notch aplicados en amplificadores de guitarra acústica trabajan entre los 20 y los 400Hz (algunos incluso hasta 1 kHz, con una reducción de entre 10dB y 14 dB), un rango en el que se producen la mayoría de realimentaciones acústicas.
Algunos amplificadores también cuentan con un filtro de corte de activación manual que puede ajustarse para reducir la frecuencia de resonancia conocida de un instrumento en concreto, por lo general en la región de 120Hz.
Otros fabricantes proponen la „automatización“ con la función Feedback-Canceling en forma de un circuito automático para el filtro Notch. De modo que cuando surge un zumbido se pulsa el botón „Feedback Cancel“ hasta que la electrónica detecta la frecuencia causante y la elimina del espectro de frecuencia.
Otras técnicas para combatir la realimentación acústica recurren simplemente a la inversión de fase de la señal amplificada. La razón por la que esto funciona es debido a la naturaleza misma de la realimentación: la guitarra resuena en respuesta al sonido de los altavoces, si una cierta frecuencia es altamente resonante, estará fuertemente presente en la señal amplificada, lo que hará que la guitarra resuene aún más en esa frecuencia, y así sucesivamente en un círculo vicioso. Cuando esto ocurre, ocurre muy rápidamente, el efecto aumenta con cada ciclo y sólo queda limitado por la máxima ganancia del amplificador. La inversión de la fase de la señal amplificada significa que cualquier vibración del cuerpo de la guitarra a esa frecuencia, quedará 'disuadida' por la señal amplificada, porque en un momento dado ésta se empujará en el altavoz en dirección opuesta (la guitarra y el el altavoz dejan de vibrar de forma paralela y lo hacen a la contra). El efecto depende directamente de la posición del guitarrista con respecto a su amplificador. Si por ejemplo posicionamos el amplificador de espaldas, el efecto de conmutación de fase será mínimo. Si por el contrario colocamos el amplificador de lado o enfrentado al guitarrista, la inversión de fase se convierte en una interesante y efectiva herramienta contra la realimentación no deseada.
La realimentación de muy baja frecuencia puede ser suprimida con un simple filtro paso alto. Esto normalmente se establece con una frecuencia de corte en aproximadamente 80 Hz para eliminar cualquier información de baja frecuencia, zumbido de corriente y/o ruido del cuerpo de guitarra, por debajo del rango musical de la misma (la cuerda Mi más grave de guitarra tocada al aire tiene una frecuencia de 82.4Hz).