El embalaje es perfecto, hace que llegue intacto, todas las tablas vienen liadas en un acolchado premium. Se monta muy fácil, cuatro tornillos grandes y luego los cuatro que sujetan el piano. Todo encaja al milímetro sin hacer fuerza. La superficie de contacto con el suelo es fieltro y un soporte de plástico que evita que descanse la madera sobre el suelo directamente, lo cual me parece estupendo.
Con el soporte el piano se vuelve un auténtico piano vertical, pero muy compacto, ideal para una habitación con poco espacio, ya que no sobresale mucho de la pared.