Bajo electro-acústico
- Modelo con Cutaway
- Tapa de pícea maciza
- Fondo y aros de caoba laminada (Swietenia macrophylla)
- Mástil de caoba (Swietenia macrophylla)
- Diapasón de laurel indio
- 22 trastes Vintage Style
- Ancho de cejuela: 43 mm
- Longitud de escala: 813 mm (32")
- Sistema fonocaptor Fishmann CD Preamp
- Cordaje original de factoría: Fender 7060 Phosphor Bronze Acoustic Bass .045 - .100
- Acabado: Negro
La acústica es elegante
En 1991, Eric Clapton causó furor con una actuación unplugged en MTV, y el álbum resultante recibió seis Grammy Awards. Se puede decir que esa actuación desencadenó un boom todavía hoy latente, que celebra el hacer música con instrumentos acústicos. Naturalmente, en este contexto no puede faltar un bajo acústico. Fender ofrece el bajo “CB-60” fabricado en Indonesia como parte de su asequible serie Classic Design: un bajo acústico con un cutaway ergonómicamente ventajoso, un mástil de caoba de escala media, una tapa de pícea maciza y un sistema de pastilla y preamplificador Fishman para los casos en que la cosa se ponga más fuerte.
Tono profundo y envoltura ligera
Hay muchas razones por las que los bajistas eléctricos se sienten cómodos rápidamente con el Fender CB-60. Es ligero como una pluma y luce extremadamente atractivo con su acabado negro brillante y sus elegantes incrustaciones. Todavía más importante es su mástil de 32" (81,3cm), que se hace sentir de forma muy similar al de un bajo eléctrico. Pero su longitud de escala algo más corta demanda menor tensión en las cuerdas, lo que proporciona una digitación agradable y un sonido suave. Las cuerdas van ancladas al puente por medio de pines de puente. La tapa de pícea maciza monta refuerzos cruzados, mientras que el fondo y los aros del instrumento están fabricados en robusta caoba laminada. El diapasón de laurel indio con los cantos biselados proporciona una sensación muy confortable para la mano que digita. La pastilla con pream Fishman Classic Design, alimentada por una pila de 9V, con EQ de dos bandas y afinador integrado, permite la electrificación a través de un amplificador de bajo.
Entrada accesible a un mundo no amplificado
El Fender CB-60 es un excelente bajo de práctica, de viaje o complementario, y su costo es tan reducido que no se interpone en ninguno de esos usos. Este bajo resulta ideal para practicar tranquilamente en casa sin ningún tipo de amplificación eléctrica. Para la interacción con otros instrumentos, y esto generalmente se aplica a todos los bajos acústicos con este tipo de construcción, puede ser eventualmente necesaria la ayuda de un pequeño amplificador adicional. El sistema fonocaptor piezoeléctrico integrado con preamplificador incluido, posibilita esta amplificación sin perder el carácter de un instrumento acústico. Con todo ello, también son posibles los conciertos normales en el escenario. Gracias al Cutaway del cuerpo, la parte superior de los 22 trastes también es más fácil de alcanzar que en los bajos acústicos similares con un cuerpo estándar.
Acerca de Fender
Fender es sin duda uno de los fabricantes más legendarios de guitarras y amplificadores. La compañía fue fundada en 1946 por Leo Fender († 1991), quien logró dar al mundo de la música un montón de nuevos impulsos con sus ideas innovadoras. Sus diseños como Tele y Stratocaster, Jazz y Precision-Bass no solo son clásicos, sino que aún ahora marcan el estilo de músicos de diferentes géneros. Los modelos de amplificadores Bassman, Twin, Deluxe o Princeton también gozan de una reputación excelente y atemporal. La compañía no solo salvaguarda sus propias leyendas, sino que proyecta incansablemente productos innovadores que hacen de la marca Fender un motor para la industria de la música, incluso en el contexto actual.
La seducción con sonidos suaves
En pro de la eficiencia organizativa y económica, los conciertos acústicos han estado de moda durante muchos años, y al mismo tiempo, por supuesto, también son divertidos: música, presentada en un campo sonoro discreto, interpretada en un ambiente relajado, con sonidos sin efectos directamente extraídos de los dedos. Todo esto constituye un atractivo muy especial y resulta un desafío, por no decir un verdadero subidón. Un bajo acústico ofrece una franqueza en el sonido y la interpretación de la que muchos bajistas no quieren prescindir una vez que han entrado en contacto con él. Además de las consabidas ventajas de un instrumento así, como la práctica sin amplificar o la facilidad de transporte, es la fascinación por el sonido acústico per se, a lo que sirve principalmente el Fender CB-60 y que difiere fundamentalmente de la estética del sonido de un bajo eléctrico con un cuerpo sólido.
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