Nos encontramos ante una guitarra baja, de escala corta, imitando a todo un clásico, que se hizo muy popular a finales de los años sesenta, más por sus famosos usuarios y manejabilidad, que por su sonido, aunque no quiero decir con esto que fuese malo, ni mucho menos. Este EPIPHONE, a pesar de las diferencias con el original GIBSON, y sobre todo, teniendo en cuenta la diferencia también en el precio, es un instrumento que cumple perfectamente su cometido. Su construcción y terminación son intachables. Es muy cómodo de tocar, por su diseño, y por su ligero peso. Es un bajo muy apropiado para el aprendizaje, y para personas que tengan la mano pequeña, aunque no se descarta su uso por profesionales, que tengan que tocar muchas horas. Resumiendo un instrumento bello, económico y serio.