Al ser una resina blanda va muy bien en clima frio,
agarra muy bien a la cuerda e incluso endulza el timbre del cello, la parte mala es que deja bastante residuo que luego hay que limpiar y con el calor se deforma, lo mejor es dejarlo en una caja más ajustada para que conserve la forma en las estaciones de calor. Solo por el resultado del sonido del instrumento ya vale la pena