Es cierto que estamos ante un producto más bien caro, pero las cuerdas de un violín no son como las de una guitarra, procede elegir las mejores, ya que si se cuidan durarán muchísimo y en gran medida el sonido que obtendremos dependerá de la cuerda que hayamos usado. Yo elijo estas siempre porque siendo excelentes, tienen un precio (aunque algo caro) realmente ajustado para la calidad de sonido que me ofrecen.
No puedo especificar ningún contra de este producto, la claridad es estupenda, además del sonido que aportan, las elijo por el tacto que tienen, es muy confortable deslizarse por ellas, y la ejecución del vibratto es más ergonómica por su excepcional flexibilidad sin perder firmeza.
Recomiendo llevar el violín a un luthier a cambiar las cuerdas, ya que estas son profesionales, no son cuerdas chinas, de alambre o de juguete, así que también han de ser colocadas con habilidad, ademas romper una en el proceso sería un buen disgusto!
Otro punto a favor es la pequeña membrana que trae la cuerda mi, para evitar que deteriore el puente o que se rompa la cuerda, ya que esta es muy fina y expuesta a gran tensión.
Poco más que decir, siempre las recomiendo!