Este instrumento es sorprendente aunque hay que decir que necesita de un soporte para usarlo, trae un golpeador y una cuerda para colgarlo. Por qué es sorprendente, pues si lo golpeas en el centro da un sonido grave que poco a poco se va abriendo pero si lo golpeas varias veces seguidas las vibraciones se multiplican creando un sonido envolvente que se mantiene en el tiempo de manera prolongada y con variaciones oscilantes en las ondas que hacen despertar la curiosidad de cualquier oyente. Si lo golpeas en el lateral el sonido es mas agudo con matices brillantes que recuerdan los platillos de las baterías pero mucho más mantenido en el tiempo y con reverberaciones que se retroalimentan. Es capaz de mezclar golpes de agudos con graves pudiendo hacer un concierto múltiple genial para inicios o finales de temas clásicos del Rock de los sesenta. Por otro lado es perfecto para músicas orientales, místicas de cortes para la meditación mezclada con cuencos tibetanos crean un ambiente totalmente oriental. En fin que se puede usar para multitud de registros, muy recomendable y aunque parezca un poco caro es de lo más satisfactorio en todos los sentidos.