Me encantó el aspecto rígido y robusto de este atril y, guiándome por los comentarios, me decidí a comprarlo para utilizarlo como atril de estudio. No hizo falta mucho tiempo para comprobar que no era lo que yo esperaba. La parte del trípode es fuerte y estable, pero la unión con el soporte no es lo suficientemente fuerte. Las piezas metálicas por las que se unen el pié y el soporte , son, a mi parecer, demasiado pequeñas en proporción al ancho que tiene la base para los libros. Esto, unido a que se sujeta solo apretando un pequeño tornillo, hace que cuando le pones algo de peso, el soporte empiece a balancearse hacia los lados. Para evitar que se mueva, aprietas más el tornillo y con el tiempo se termina desgastando la rosca. Si el fabricante consigue solucionar ese pequeño problema, este atril podría ser recomendable. Hasta entonces, mi valoración no es positiva.