Si quieres un estuche rígido para llevar tu instrumento, sin miedo a pequeños golpes y poder colocar otras cosas encima durante el transporte, pero que además sea chulísimo aunque tengas un presupuesto ajustado, es para ti. Si te gusta el acabado tweed, ya puedes tener a juego el amplificador, la correa, el cable ¡y también el estuche de tu guitarra!
La calidad de acabados y materiales no es muy buena, habiendo algunas cosas pobremente rematas. Aunque no sean de calidad excepcional, cumplen estética y funcionalmente.
En la construcción tiene algunos puntos flojos. No está del todo bien compensado el peso con respecto al punto donde está el mango, aunque dependerá un poco del instrumento también.
La forma rectangular genérica del interior tampoco hará que tu guitarra quede como un guante dentro y puede que tenga holgura y baile. Parece bastante rígido, da sensación de solidez y resistencia, pero es algo pesado. Las bisagras y cerrojos cumplen su función también sin ser piezas de extrema solidez.
El tono del tapizado en tweed es precioso, relativamente similar a los que se ven en piezas clásicas. A mí es un acabado que me gusta mucho pero es bastante 'sufrido'. Se ensucia fácilmente y puede romperse o deshilacharse en los cantos con el roce. En el fondo si te gustan las cosas con ese rollo de viejunas, vintage, road worn, relic y demás, puede que esto no solo no te importe, sino que sea lo que quieres que acabe pasando ;)
El acabado en tweed es el motivo principal por el que recomendaría este estuche. Para una mayor protección del instrumento o si prefieres estuches menos pesado y voluminosos, buscaría otro.