La espuma cumple con su función. Sobre las almohadillas, los monitores resultan más transparentes, especialmente en los bajos. Además, permite colocarlos en distintos ángulos de inclinación y así enfocarlos mejor hacia el punto de escucha.
El corte de la espuma es bueno. Se agradece que el ancho se adecúe a los monitores de 5 pulgadas (la mayoría de almohadillas son para monitores más grandes). Aún así, para mis monitores (Yamaha HS5), colocados directamente sobre el escritorio, resultan muy largas (el inconveniente es sobretodo estético; pero en todo caso, con un poco de maña la espuma puede cortarse fácilmente con una cuchilla y una regla).