Ya teníamos el SM87 que nos ha dado mucho juego estos años en directo, pero al ser el 86 cardioide se le supone más versatilidad. Sonido limpio, menos marcado que el 58 en medio-grave si el cantante se acerca.
Sus únicas pegas: con viento fuerte hace falta una espuma, y no aguanta la realimentación (acoples) tan bien como uno dinámico.