La vida de un instrumento siempre tiene un límite. Este límite a veces viene dado por características un tanto peculiares, aunque en el caso que nos concierne, es más que habitual: la esponjilla de absorción de tu micrófono se ha deteriorado.
La solución principal suele ser la de buscar algún tipo de aplique casero, de gomaespuma sui-generis que nos pueda solucionar el problema de forma rápida. Sin embargo, las características de esas soluciones no suelen ser del todo favorables, y los resultados casi nunca son satisfactorios. Por eso, el Shure Internal FoamShield nos permite recuperar el carácter de nuestro micrófono de forma profesional, sin necesidad de chapuzas, y por un precio irrisorio.
PD: Aunque esta es la versión del SH55, yo lo he usado para cubrir otros micrófonos de otros fabricantes, incluso de otros tipos, sin ningún problema.