Muy buena calidad en los materiales y en la fabricación, con una duración de cuerdas que casi asusta cuando lo cuentas: jamásme habían durado tanto unas cuerdas, para el ritmo que les doy (también es cierto que tras cada sesión, las limpio antes de guardar el bajo).
El tacto de las cuerdas es excepcional, así como el sonido que se les puede sacar. Tienen una vibración no demasiado elevada ni brillante, típica de las flatwound, pero con gran persistencia en el tiempo, tardando en desvanecerse el sonido y perdurando en el final del acorde. Son del todo punto ideales para un buen blues del delta del Mississippi.