Para mi gusto, las mejores. Un sonido cálido, una fuerza en los graves y una brillantez propia de Pirastro en los agudos. Unas cuerdas que ni pierden ni ganan tensión cuando subes por una de ellas a altas posiciones o subes por el traste hasta arriba. No son irrompibles pero si eres estudiante o profesional y estudias una media de 3-4 horas al día, te pueden llegar a durar perfectamente unos tres meses. A partir de ahí no es que se rompan, simplemente que es bueno volver a cambiarlas para conservar el sonido, pues queramos o no el timbre y brillantez no dura siempre. En resumen, he probado estas cuerdas, he probado miles y me quedo con estas, por su precio, sonido y calidad. Perfectas tanto como para músicos que viven de el violín o estudiantes de grados superiores y medios.