Este instrumento no tiene la potencia, expresividad y brillo que un trombón de metal, pero su sonido es bastante aceptable y además tiene una serie de ventajas.
En mi caso, que tengo un problema de espalda, es ideal para estudiar en casa o para usar tocando en desfiles ya que pesa muy poco.
Es ideal para niños que quieren iniciarse en el trombón tanto por el peso como por el miedo a abollar el metal.