Para la fabricación de un trombón se utilizan aleaciones de metales como el latón (70% cobre, 30% zinc) o latón dorado (85% cobre, 15% zinc). Hay diferencias entre ambos materiales en términos de producción, durabilidad y sonido. Las piezas que se ven gravemente afectadas por la corrosión, p. ej. las varas o las piezas de los mecanismos, suelen estar hechas enteramente de alpaca, una aleación de níquel-cobre-zinc.
Pero no tenemos por qué preocuparnos en relación con la producción del instrumento, ya que existen otros factores adicionales que influyen con respecto a la durabilidad. Lo que sí es importante, y sirva como mensaje fundamental, es la mejor durabilidad del latón dorado, ya que el mayor contenido de cobre hace que el material sea más resistente a la corrosión. Para sellar las superficies de los metales se aplican procesos como el lacado transparente, el plateado o el dorado.
Muchos fabricantes también permiten la combinación de diferentes materiales según el tipo de trombón. Con ello, el mismo trombón puede estar disponible, p. ej. con una campana de latón o de latón dorado, y con varas de alpaca o latón. Gracias a estas posibilidades de combinaciones, cada instrumentista puede elegir el instrumento que le resulte más óptimo.
Cuando se trata del sonido, en primer lugar tiene una importancia decisiva el cómo se genera, es decir, el mismo músico y la boquilla en este caso. Después de eso, la forma y el tamaño, el espesor del material utilizado, el propio material y el sellado de las superficies naturalmente también aportan su influencia en el sonido. Dado que aquí intervienen una gran cantidad de factores, el sonido óptimo nunca deja de ser una cuestión del gusto personal y del área de aplicación prevista para el instrumento.