Cuando uno finalmente se ha decidido por el modelo de giradiscos apropiado, el siguiente paso es elegir el sistema fonocaptor. Hay a disposición una guía en online dedicada especialmente para esto, por lo que aquí solo se tratarán brevemente algunas consideraciones básicas.
El cartucho en sí consta de una aguja, un portaagujas y un transductor. La punta de la aguja (antes también llamada zafiro) puede estar fabricada en diferentes materiales y, a su vez, estar pulida de diferentes maneras. De modo que vamos a encontrar básicamente agujas con terminaciones de formas elípticas y esféricas. Con las agujas de corte elíptico se logra leer mayor información del surco, poseen mayor volumen y son capaces de mostrar un espectro de frecuencia más amplio. No obstante, para ello hay que aceptar un mayor desgaste del vinilo. Para performances de scratch es preferible optar por un corte esférico, ya que provoca menos desgaste en el disco de vinilo.
Existen diferentes posibilidades en cuanto a la forma de fijar cartucho a un brazo.
Los sistemas para montaje en cabezal o las llamadas fijaciones por tornillos de media pulgada son sistemas relativamente complejos y difíciles de montar. Dado que hay que prestar atención a un ajuste muy preciso durante la instalación, un cambio rápido resulta realmente imposible. Uno queda comprometido así en las técnicas DJ.
Por otro lado, existen fonocaptores que adoptan las populares conexiones de bayoneta SME y son mucho más fáciles de montar. Estos pueden sustituirse muy rápida y fácilmente si es necesario, incluso durante la sesión en el club. Sin embargo, no se pueden ajustar con tanta precisión como un sistema de montaje en cabezal.