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3. Bombo y pedal

El tambor grande, también llamado bombo o Bassdrum, es la figura más grande del set de batería. Tiene una función similar en importancia a la de la caja, porque el bombo en la mayoría de los casos lleva el mayor peso del Beat. Del bombo provienen los sólidos golpes graves que, en combinación con las líneas de bajo, transforman el ritmo en Groove. El tamaño del bombo conlleva sus diferencias. En estilos Jazz se ven a menudo cascos que no son mucho más grandes que los de los Toms base. En el ámbito del Rock dominan más bien tamaños desde 22” (pulgadas).

Bombo

A los lados del bombo se encuentran los pies, que suelen ser ajustables. Deben ser construidos de forma estable, primero porque tienen que resistir la presión de los golpes de pedal, y segundo porque deben soportar el peso del bombo, además del de uno o dos Toms. Por norma encontramos también en la parte superior del bombo la inserción para el soporte de Toms. Excepción: Si el baterista utiliza un sistema Rack.

El parche batiente queda en el lado del baterista. Aquí se encuentra también el pedal, atornillado a la parte inferior del aro tensor. Enfocado al público se sitúa el parche de resonancia. En el ámbito del Rock el parche presenta una abertura circular. Al mismo tiempo se amortigua el parche batiente con bandas de fieltro, que se adhieren entre los aros tensores de forma cruzada. Además es usual introducir algún material de amortiguación dentro del casco, como mantas, gomaespuma o algo similar. ¿Por qué se utilizan estos métodos de amortiguación, si en principio al tambor habría que dejarlo sonar?

El caso es que el casco en su “estado natural”, es decir, con el parche de resonancia intacto y sin amortiguar, el sonido de tal columna de aire es por norma impreciso y tosco. Por medio de una amortiguación bien aplicada el sonido se hace mucho más controlable, es directo y crujiente, como se percibe en muchas grabaciones actuales. Pero no se puede proceder a una amortiguación sin criterios, o practicar un agujero de dimensiones exageradas en el parche de resonancia. Hay que tomarse la molestia de ajustar el bombo paso por paso a las propias preferencias. Demasiada amortiguación puede convertir el sonido de un bombo en el sonido de una caja de cartón.

Pedales

El bombo es uno de los pocos instrumentos que se tocan con el pie. Para posicionar el mazo del bombo en un emplazamiento óptimo respecto al parche batiente y obtener un golpe preciso, se necesita un mecanismo especial – el pedal. En este sentido hay construcciones para todos los gustos. Lo importante es evitar tocar con demasiada tensión. Los modelos estándar son los que acompañan a los primeros sets, con mecanismos de diferentes suavidades y diferentes articulaciones, además de un golpe no demasiado contundente. El mazo funciona por tracción de piñón y cadena, (como una bici) o por una banda de plástico. Cuando uno ya tiene un poco de práctica, debe probar qué modelo se le ajusta mejor. Pero con las diferentes opciones de ajustes, uno pasa a romper mano desde el principio sin problemas sin necesidad de comprarse un pedal nuevo. En la mayoría de los pedales el mazo es intercambiable, la dureza de los diferentes materiales produce también las consiguientes variaciones de sonido.

Pedal doble de bombo

Los bateristas algo avanzados a los que les apetezca alucinar un poco, deberían probar un pedal doble. Con él se puede reproducir con un bombo el efecto de tocar una batería con dos bombos, dotando a los pies de extrema rapidez. Al principio de la carrera de un batería no se suele tocar con un pedal doble, muchos fabricantes no obstante ofrecen sets de ampliación para los pedales simples. De manera que uno puede siempre pasarse al pedal doble con el tiempo, sin tener que abandonar en una esquina su pedal simple.

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