Los Timbales (también conocidos como tambores de caldero) se utilizan en las orquestas sinfónicas de todo el mundo. Tienen un sonido reconocible al instante resonante y con sustain. A menudo, los timbales se utilizan en parejas o en grupos más grandes, con diferentes diámetros, adecuados para diferentes rangos de tono.
Hay dos métodos comunes para orientar los tambores: el método alemán y el método internacional. El estándar internacional ubica el tambor más grande a la izquierda, mientras que el método alemán lo hace a la inversa. La mayor parte del mundo, a excepción de países de habla alemana, utiliza el método internacional. Si el pedal del tono se coloca en el centro de cada tambor, los timbales se pueden colocar fácilmente en cualquier orientación.
No hay una respuesta fácil a esta pregunta, ya que la pieza determina el número de tambores necesarios. Una pequeña orquesta de cámara tocando piezas de Mozart, Haydn y Beethoven puede salir adelante con dos timbales de aproximadamente 26 y 29 pulgadas de diámetro. Para una orquesta más grande, son aconsejables cuatro tambores. Algunas piezas requieren hasta ocho, lo que implica un gran presupuesto tanto para el intérprete como para la orquesta. Para la mayoría de las orquestas, cuatro o cinco tambores serán suficientes.
La forma del caldero del timbal afecta al sonido. Los calderos de forma parabólica ofrecen timbres más oscuros, mientras que los hemisféricos suenan más brillantes. Por lo general, los calderos están fabricados de cobre o de fibra de vidrio; éstos últimos son menos caros de fabricar. Los calderos de fibra de vidrio ofrecen un montón de volumen, mientras que los de cobre ofrecen un sonido rico y resonante, y se prefieren para uso profesional. Los calderos de cobre tienden a ser más pesados que los de fibra de vidrio, así que antes de comprar timbales, pregúntate si planeas transportarlos por ti mismo -si es así, los de fibra de vidrio pueden ser la opción más sensata. Cualquiera de los calderos de cobre puede ser liso o martillado; el martillado mejora el sonido de los timbales, reduciendo la bajada leve tono y vacilante, que los tambores de casco suave pueden exhibir.
Los pedales se usan para cambiar rápidamente la afinación de los timbales. Los timbales más profesionales emplean el tipo de sistema de pedal Dresden (foto derecha), aunque algunos utilizan el sistema de embrague Berlinés (foto izquierda). Algunos modelos menos costosos usan una cadena que pasa alrededor del tambor, para cambiar el tono. Los modelos más baratos ofrecen otros sistemas simplificados, que sirven para el mismo propósito.
Cualquier parche de timbal está fabricado de piel de animal natural o material sintético. Mientras que muchos de los timbalistas más mayores prefieren pieles naturales para sus timbres cálidos, su susceptibilidad a la humedad los hace una opción difícil de recomendar. Los parches sintéticos han mejorado mucho en los últimos años y ofrecen grandes ventajas en términos de coste, coherencia y disponibilidad. Estos parches tienden a tener un tono más brillante, pero los fabricantes están siempre trabajando para mejorar esto. Los parches para timbales son de tamaño diferente a los de caja y batería, cuya designación corresponde al diámetro del casco. Un parche para tambor de caja de 14 pulgadas es ligeramente más grande que 14 pulgadas, pero encaja en un casco de tambor de 14 pulgadas. Un timbal de 23 pulgadas requerirá un parche cercano a las 25 pulgadas de diámetro.
Hay disponible una selección muy amplia de mazas para el timbalista moderno. La mayoría tiene mangos de madera comunes, y cabezas recubiertas de fieltro de diferentes grados de dureza. Algunas mazas de timbales utilizan diferentes maderas parar sus mangos, e incluso algunos modelos caros utilizan el bambú. Cada timbalista debería tener, al menos, tres pares de mazas en diferentes grados de dureza: suave, media y dura. Las mazas suaves son útiles para pasajes con redobles; las mazas más duras son útiles para la articulación de pasajes rítmicos rápidos, pero no son tan adecuadas para obtener redobles suaves. Las mazas de dureza media son una buena opción para los pasajes musicales que requieren ambos efectos. La suavidad o la dureza de la cabeza, el material del eje y el tamaño y la forma de la cabeza de la maza, todos afectan al timbre producido.