Básicamente, diferenciamos entre dos principios de funcionalidad: Micrófonos vocales dinámicos y micrófonos vocales con tecnología de condensador.
Cuando hablamos de micrófonos dinámicos, casi siempre nos referimos de micrófonos de bobina móvil. Estos micrófonos de comportamiento electrodinámico, están construidos de manera similar a un altavoz: En la parte posterior de la membrana se encuentra una bobina de hilo de alambre sometida al campo magnético de un imán. Si las ondas sonoras alcanzan la membrana, la bobina entra en movimiento con la oscilación de las ondas. Por medio de este movimiento en el campo magnético se produce una mínima corriente (inducción), que genera una señal de salida. Si se amplifica esta mínima corriente alterna y es dirigida a un altavoz, el proceso se invierte. El altavoz devuelve las ondas sonoras que alcanzan la membrana del micrófono, solo que más fuerte.
Como los micrófonos dinámicos, por medio de la inducción, de por sí generan una tensión (como una dinamo), no necesitan ningún tipo de alimentación.
La gran ventaja de los micrófonos de bobina móvil es su enorme robustez. Donde no hay mucho, tampoco se puede estropear mucho. Muchos micrófonos de bobina móvil realmente solo se componen de la cápsula arriba descrita, protegida por un capuchón de rejilla, y un mango debajo. Algunos incluso tienen un transmisor en su interior y/o un conmutador de encendido/apagado. Pero estas también son piezas que no se rompen con facilidad. Los micrófonos dinámicos de bobina móvil son además muy insensibles a la humedad.
Junto a los micrófonos de bobina móvil, los micrófonos de cinta también pertenecen a los micrófonos dinámicos. Los micrófonos de cinta, sin embargo, tienen una construcción mucho más delicada que los micrófonos de bobina móvil, y pueden estropearse con bastante más facilidad. Es por este motivo que los micrófonos de cinta muy rara vez se usan en los escenarios. Habitualmente, la mayoría de micrófonos vocales de escenario son micrófonos de bobina móvil.
Los micrófonos de condensador se encuentran en el mercado prácticamente el mismo tiempo que los dinámicos. Pero no fue hasta mediados de los años 80s cuando se empezaron a llevar a gran escala como micrófonos vocales sobre los escenarios. Los micrófonos de condensador son complicados, y por esto, en principio también son más propensos a estropearse que los micrófonos de bobina móvil. En los micrófonos de condensador, las ondas sonoras alcanzan una membrana chapada en oro, que se encuentra situada con una mínima separación de una lámina de metal. Esta rígida lámina de metal se denomina contraplaca, que junto con la membrana forman un condensador. Cuando las ondas sonoras alcanzan la membrana, varía la distancia entre la membrana y la contraplaca, de manera que el condensador cambia su capacidad, a ritmo de las ondas sonoras. Los micrófonos de condensador necesitan una electrónica adicional para traducir esta variación de capacidad en una variación de tensión, y esta mínima tensión posteriormente ser amplificada a un nivel usable. Por eso un micrófono de condensador necesita siempre ser provisto de una tensión. Usualmente la obtienen por medio de la llamada alimentación „fantasma“, o Phantom. Se trata de una tensión de 48 voltios que, o bien la mesa de mezclas, o por ejemplo también el preamplificador de micrófono proporcionan al micrófono a través de un conector normal XLR. Una solución muy inteligente. Casi todas las mesas de mezclas y los preamplificadores de micrófono de hoy en día disponen de esta alimentación Phantom, porque entre tanto, lo micrófonos de condensador se han hecho muy populares. Algunos micrófonos de condensador también se dejan alimentar por baterías, pero son solo unos cuantos.
En los micrófonos de condensador electret, la tensión de polarización entre la membrana y la contraplaca queda congelada en forma de carga estática en la cápsula. Antes se solía temer que esa carga acabara desapareciendo al cabo de un par de años. Esto ocurría únicamente en un par de los primeros modelos de micrófonos electret. Pero los fabricantes tienen desde ya hace tiempo la técnica electrect perfectamente dominada. Además existen un montón de micrófonos de condensador electret antiguos que siguen funcionando sin pegas desde hace más de 20 años. ¡De modo que no hay que temer de los electrets! La mayoría de micrófonos de condensador empleados en los escenarios están construidos bajo la técnica electret. Los micrófonos de condensador electret se diferencia en sonido muy poco de los micrófonos de condensador convencionales, pero son bastante más económicos en la terminación.