Básicamente, diferenciamos los micrófonos entre direccionales y no direccionales. Los micrófonos no direccionales con patrón polar omnidireccional registran el sonido con el mismo volumen desde todas las direcciones. En el escenario, esta circunstancia, en la mayoría de los casos, provocaría un desagradable pitido por la realimentación o Feedback. Porque cuando el micrófono registra de nuevo su propia señal proyectada por los monitores, esta señal se irá reproduciendo cada vez con mayor volumen. Se produce una realimentación. Para evitarlo, en los escenarios se usan micrófonos direccionales, con patrones polares cardioide, supercardioide o hipercardioide.
Echemos un vistazo a los patrones de micrófono más comunes:
El patrón de captación cardioide (conocido también como unidireccional) es llamado así porque su área de captura se parece mucho a la figura de un corazón. Los micrófonos cardioides captan el sonido en diversos grados delante del diafragma, al tiempo que rechazan el sonido detrás de él. Este tipo de patrón normalmente se crea por el uso de puertos detrás de la cápsula. Los puertos son trayectorias acústicas o laberintos para que el sonido llegue a la parte posterior del diafragma y efectivamente se pierda, de manera que sólo el sonido de la parte frontal del diafragma sea captado directamente. Este tipo de patrón es ideal para un micrófono para voces en el escenario, ya que rechazará cualquier sonido circundante, sobre todo el que proviene del PA o de los altavoces de monitorización que, una vez captado por el micrófono, podría dar lugar a un bucle de realimentación (ver Preguntas Frecuentes).
A pesar de que el cardioide es el más común de los patrones polares, sufre el efecto de proximidad a menudo, y los cantantes en vivo utilizan esto de forma deliberada, ya que añade una cierta calidez e intimidad al sonido vocal cuando se aproxima el micrófono a la boca. Pero también puede reducir claridad e inteligibilidad. Un error común de los cantantes de directo inexpertos es poner una o las dos manos alrededor de la parte inferior de la rejilla, bloqueando los puertos que se mencionan más arriba, convirtiendo temporalmente al cardioide en un omni, resultando a menudo en realimentación.
Los supercardioides y los hipercardioides no se diferencian mucho entre ellos, se trata tan solo de una diferencia gradual. Pero tanto los micrófonos cardioides como los hipercardioides sí se diferencian mucho en comportamiento direccional de los normales con patrón polar cardioide. Los micrófonos supercardioides y los hipercardioides rechazan el sonido lateral en mayor medida que los cardidoides, que tienen el campo de registro hacia delante algo más estrecho. Es importante saber que los micrófonos supercardioides y los hipercardioides son más sensibles al sonido de atrás que los cardioides normales. La posición óptima para un monitor de escenario, por tanto, no es justo detrás del micrófono (!), sino algo más hacia un lado, como en 120-130 grados desde el eje de grabación principal. O dicho de otra forma, en oblicuo al cantante.