En la grabación y en la mezcla pueden colarse diversas cosas que uno más bien desearía no encontrar allí. De esta forma es posible que aparezcan ruidos, zumbidos, chasquidos, saturación indeseada o simplemente demasiada reverberación – la lista de posibles fallos técnicos es larga. Se puede intentar eliminar interferencias de tensión empleando filtros de banda estrecha a 50 Hz, 100 Hz etc, mantener a raya el ruido con un filtro de paso alto, o suprimir chasquidos uno a uno actuando desde la forma de onda, pero las soluciones realmente efectivas son las herramientas específicas. Estos son algunos de los problemas relacionados con ruidos que pueden aparecer:
De-Hum, De-Crackle, De-Noise y otros Plug-Ins o aparatos similares pueden dar soluciones muy efectivas hoy en día y sin afectar demasiado a la señal de audio. Los sistemas De-Noising pueden, por ejemplo, eliminar y aplicar „Fingerprints“ de ruido propio. El proceso de mejora dentro del marco del Mastering se convierte así en una tarea fluida de restauración de audio, pero en toda regla. Entre tanto la restauración de material musical „degradado“ es hoy en día tan efectiva que hasta es perfectamente posible encontrar su camino hasta el mercado musical, sin que el consumidor final se de apenas cuenta de todo el esfuerzo técnico que se esconde detrás.