Actualmente uno se encuentra con una oferta casi infinita a la hora de buscar focos PAR. Esto no hace precisamente más fácil decidir qué tipo adquirir en última instancia. En principio, todos los proyectores PAR tienen su razón de ser, ya que existen innumerables usos y posicionamientos posibles. En este capítulo nos gustaría dar simplemente un par de consejos más acerca de dónde tiene sentido un foco PAR convencional y dónde tendría más sentido un foco PAR de LEDs.
Desde mediados de 2005, el LED PAR se ha vuelto tan flexible como asequible. La tecnología de los LED PARs se ha mejorado y renovado constantemente en los últimos años. Casi todas las carcasas de proyectores PAR (PAR 36, PAR 56, PAR 64, PAR de estudio, etc.) están disponibles actualmente con tecnología LED.
La mayoría de estos focos LED PAR tienen la llamada función de mezcla de color RGB, que permite mezclar prácticamente todos los colores del espectro RGB. De esta manera uno siempre tiene el filtro de color "correcto" a mano (naturalmente, esto ya no es necesario con un LED PAR RGB).
La tecnología es realmente muy simple, generalmente hay la misma cantidad de LEDs rojos, verdes y azules en el foco. Estos son atenuables de 0 a 100 % por color y, por lo tanto, permiten innumerables variaciones de colores. Pero en los mismos LEDs (estos se asientan en una pequeña placa), hay (casi en todas partes) diferencias muy grandes en la calidad. Por lo tanto, uno no puede afirmar simplemente: LED PAR es igual a LED PAR.
La placa de circuito de control en el foco también debe estar diseñada para cumplir con los requisitos profesionales y estar bien construida. Por un lado, se encarga de la alimentación de los LEDs (en cada LED PAR se integra un transformador) y por otro lado, controla la luminosidad de los tres canales de color. En algunos LED PAR también viene incorporado un micrófono para el control de la función Sound-to-Light o se pueden activar programas simples de cambio de color (eventualmente interesantes para discotecas o iluminación decorativa).
De forma estandarizada, el LED PAR se controla a través de la interfaz DMX (Digital Multiplex). Gracias a este protocolo de control digital, hoy ya establecido en la tecnología de iluminación, con un solo cable (conectores XLR de 3 o de 5 pines) se pueden controlar hasta 32 receptores (proyectores), (máx. 512 canales individuales con 256 gradaciones cada uno). Cada proyector compatible con DMX está equipado con una entrada y una salida DMX, de manera que el bus de control pasa de un foco a otro. Para que cada foco individual se encienda como ha sido configurado en la consola de iluminación, la dirección de bus (dirección de inicio para varios canales) debe configurarse correspondientemente en cada foco/receptor. Para ello se incorpora normalmente un interruptor DIP en el receptor DMX.
La pregunta: "¿Dónde puedo usar LED PARs?" No es tan fácil de responder, ya que también hay LED PARs sin mezcla de color RGB. Aquí se suelen instalar LEDs del mismo color (por ejemplo, LEDs blancos con diferentes temperaturas de color).
Por ejemplo, para iluminar a músicos, artistas, etc., es mejor utilizar proyectores LED con LEDs blancos o focos convencionales, ya que estos proporcionan un color de piel más natural que la luz blanca generada con mezcla de colores RGB. Pero aquí también hay áreas de aplicación en las que un RGB LED PAR puede tener sentido, por ejemplo, en escenarios de Rock, teatros, efectos musicales, etc.
Sobre todo, es el consumo de energía enormemente bajo lo que habla a favor del uso de focos LED PAR. A modo de comparación: una lámpara PAR 56 normal tiene un consumo de energía de 300 vatios, mientras que un LED PAR 56 necesita solo 16 vatios, lo que equivale a apenas el 5% del consumo de energía de una lámpara normal.
Pero también en tiempo de vida útil puede brillar el foco LED PAR. Dependiendo de la temperatura ambiente, la vida útil de los LEDs es de aproximadamente de 50.000 a 80.000 horas. Una lámpara PAR 56 alcanza 2.000 horas en el mejor de los casos. Con ello, el foco LED PAR también resulta ser una solución muy respetuosa con el medio ambiente.
Otro tema discutido con bastante frecuencia es la diferencia de luminosidad entre las lámparas LED y las halógenas. Con los LED PARs estándar, que tienen entre 0,10 y 0,20 vatios por LED, la salida de luz es aproximadamente comparable a una lámpara halógena de 100 vatios. Este resultado se basa en una medición LUX y puede dar una impresión visual casi idéntica de tonos azules o colores similares a la fuente de luz halógena.
Con todo, la tecnología LED se ha vuelto imprescindible en la iluminación escénica y arquitectónica, y seguirá triunfando. Constantemente se desarrollan LEDs cada vez más brillantes que ahora también están disponibles en un marco de precios asequible.
Si te surgen todavía preguntas alrededor de este tema tan extenso, estaremos encantados de asesorarte individualmente.