5. El módulo
El corazón o, quizás mejor dicho, el "cerebro" de una batería electrónica es el módulo de batería. Una batería electrónica sonará tan rica o tan pobre como lo permita el módulo. Este dispositivo se puede considerar como un sintetizador o un sampler sin teclas: una unidad de control que procesa las señales que llegan desde el trigger o disparador y las vincula a los sonidos y efectos asignados.
La calidad del módulo no solo depende del nivel de calidad de los sonidos que lleva integrados, porque muchos módulos también permiten al usuario importar samples propios. Lo que sí tiene una importancia decisiva es con qué exactitud, con qué rapidez y con qué precisión es capaz de procesar la señal de trigger entrante. Lo que es fácil de lograr en términos de rango dinámico con una batería acústica, resulta una tarea verdaderamente ardua para un módulo de batería. Esto se hace evidente rápidamente al intentar hacer un redoble en la caja electrónica. Con módulos de calidades modestas todo suena muy estéril y plano porque, en el peor de los casos, solo es posible escuchar un mismo sonido a diferentes volúmenes, algo que no sucede en la realidad, porque un golpe de caja suave tiene un perfil de sonido completamente diferente que uno con fuerza. El número de niveles de volumen también suele ser muy limitado en los módulos económicos.
Especialmente los módulos para principiantes y de clase media a menudo disponen de un modo de entrenamiento para practicar con el que uno puede mejorar su Timing y controlar su grado de progreso. Muchos módulos ofrecen además efectos como Ambience, Echo o Reverb con los que se pueden pulir los sonidos internos.
Pero solo hay un reducido número de fabricantes conocidos que se dedican a producir módulos de batería electrónica para el mercado europeo. Roland va aquí por delante de Yamaha, seguido por Alesis y algunos otros proveedores del lejano oriente.
Art. n.° 517522 - Módulo de batería electrónica Roland TD-50X
Con el lanzamiento del módulo TD-50, Roland puso el listón muy alto, a un precio también correspondiente alto, por supuesto. Pero ahora hay ya formada una dura competencia, como el excelente Gewa G9, por nombrar un ejemplo.
Art. n.° 497073 - Gewa G9 Drum Workstation
Pero el que no le sobren de 5000 a 8000 euros para una batería electrónica, o 2500 euros para un módulo, no tiene por qué estar triste, porque precisamente los modelos básicos están excelentemente equipados para practicar.
Art. n.° 426092 - Módulo de batería electrónica Yamaha EAD10
Art. n.° 445689 - Módulo de batería electrónica Millenium MPS-850
Además, todas las ventajas en cuanto a variedad de sonido y posibilidades de tocar de forma casi silenciosa también están absolutamente disponibles aquí.
Conexiones
En el lado de las entradas, los módulos de batería ofrecen conexiones para pads y triggers. Aquí debería haber conexiones para 1x bombo, 1x caja (preferiblemente estéreo), 1x pedal de charles y platillo de charles, al menos 3x toms, así como 1x platillo ride y 1x crash. Un ejemplo extremo con no menos de 14 entradas Dual-Trigger es el mencionado Roland TD-50. Una entrada de nivel de línea para conectar un reproductor de MP3 es ahora estándar incluso en los kits más económicos, al igual que dos salidas independientes, una para conectar a un PA o a un monitor de batería y otra para los auriculares. Además de eso, una interfaz MIDI suele ser también parte del equipo básico, de esta manera la batería electrónica se puede conectar a generadores de sonido como teclados. Para la conexión al ordenador generalmente se ofrece un puerto USB. A través del mismo se pueden grabar actuaciones directamente en un DAW como Cubase, Logic, ProTools o Ableton, manejar bibliotecas de sonido externas o cargar sonidos y actualizaciones. Los módulos de gamas altas ofrecen salidas analógicas y digitales adicionales que permiten la integración multicanal en configuraciones para sonido en vivo y de estudio.
Art. n.° 433133 - 2box DrumIt Three
Art. n.° 433133 - 2box DrumIt Three (vista desde atrás)
