La forma de la cabeza es el factor clave que determina el sonido de la baqueta en los parches de tambor -y más aún en los platillos.
Cabezas
Todas estas formas entran en 3 grupos geométricos principales: Redondas, ovaladas, triangulares. Cuanto menor sea el punto de contacto entre el instrumento y la cabeza, más alta será la frecuencia producida. Lo mismo se aplica a la densidad. Cuanto más duro sea el material, más ‘ping’. Esto es particularmente cierto para las cabezas de nylon. No sólo son muy duraderas, sino que también ofrecen un sonido claro y bien definido en los platillos. Para muchos estilos, sin embargo, puede producir un tono demasiado frío.
Y así es cómo funciona en detalle:
Aquí tenemos un pequeño punto de contacto. Produce altas frecuencias y un sonido claro y bien definido. Dado que toda la fuerza se concentra en un punto, el desgaste es muy alto. Esto puede ser contrarrestado mediante el uso de madera más dura, nylon o de carbono.
Si cambias el ángulo al tocar, conseguirás un mayor contacto. El sonido se hará más amplio y más suave.
La cabeza redondeada
La baqueta de cabeza redondeada siempre tiene la misma área de contacto, y es independiente del ángulo con el que toques. El sonido es siempre claro y definido.
La cabeza ovalada tiene un área de contacto mayor que la redondeada, pero menos que la triangular, en un ángulo plano al tocar. El sonido es más cálido que la redondeada y la triangular, sin embargo es más definido que el de la cabeza triangular en un ángulo plano.