Si produces, sampleas, o ambas, tener una Maschine mikro es tan imprescindible como el teclado de un ordenador. Intuitiva, útil, y todo el software que la acompaña es así. Antes usaba una Maschine MK1, y lo que la MK3 trae de nuevo es mejor de lo que podía esperar. La sensibilidad de los pads es una delicia, el control del software es más intuitivo, y puedes usar el arpeggiador y las escalas sin tener que echar ojo al ordenador. La pega que le veo es que el modo MIDI es un poco caótico, y no hay mucha información sobre él por ahí, pero las funciones que aporta con el software de Maschine compensan de sobra. Recomendada, todos deberíamos tener una.