Lo primero que llama la atención positivamente - esto es algo subjetivo - es el olor a cuero que se desprende. Da gusto tocar el banjo mientras hueles a piel curada: ayuda a meterse en el ambiente!
El sistema de agarre al banjo - una especie de mosquetones que se enganchas a los hooks del banjo - es muy rápido y cómodo de quitar y poner. En un primer momento temí que pudieran dañar el acabado del rim por el roce en el lugar de anclado, pero creo que mis temores están infundados.
La correa es ancha y se ajusta bien al hombro, pero se echa de menos algún tipo de acolchado. El banjo con el que la utilizo es de tipo openback y no pesa mucho, pero con un banjo típico de bluegrass es posible que el hombro se resienta al cabo de un tiempo con él colgado.
El sistema para regular la longitud es el tradicional de muchas correas de cuero, con "ojales" a través de los cuales pasa una tira más fina. Es un poco "correoso" - válgame el chiste - de ajustar, pero por otra parte esta acción no es algo que se realice muy a menudo. Tal y como venía ajustada me resultaba un poco corta, pero en unos minutos pude ponerla a mi medida y espero no tener que modificarlo de por vida.
En definitiva, una correa de piel de excelente calidad (y olor!) perfecta para el uso que voy a hacer de ella.