Este asiento tiene un buen concepto y diseño. El asiento en sí es comodísimo y tiene una estabilidad bastante buena, por lo que estar sentado sobre esta banqueta significa tocar cómodo y evitando así que duela el culo tras mucho tiempo sobre ella.
El primer detalle que no me gustó demasiado fue el crujir que suena al sentarte sobre la banqueta, da un poco de mal rollo, aunque realmente es muy sólida. No vas a caerte.
Un detalle negativo del embalaje es que el plástico que envuelve la banqueta viene enganchado a los tornillos octogonales de la parte inferior del asiento, por lo que me vi obligado a desatornillarlos para poder retirar al completo dicho plástico. Este es un error muy gordo en cuanto a embalaje se refiere. El usuario debe poder retirar todo tipo de plásticos o cartones sin necesidad de estar atornillando o desatornillando nada.
Paso a comentar el sistema de enganche de las patas en sí. Me parece una idea muy buena, pero desde mi punto de vista pienso que si todos los huecos fuesen cuadrados sería fácil y rápido el montaje y desmontaje de este taburete (al fin y al cabo se compra por este motivo). Sin embargo los huecos exteriores, los que quedan a la vista, son cuadrados, mientras que los interiores son redondos. Esto dificulta enormemente el montaje rápido del taburete, dado que el tornillo pasa muy justo, y de hecho hay que realizar el movimiento de rosca para que se pueda introducir sin problema alguno. En definitiva, es un rollo. Si bien bajo la cabeza del tornillo hay una parte cuadrada que asegura su posición sobre el hueco cuadrado y al enroscar la tuerca final se aprieta y se queda asegurado por completo, el motivo inicial de compra de este bonito taburete se desmorona por completo: la facilidad de montaje y desmontaje, que se convierte en una tediosa tarea.
Y para finalizar hablaré de los acabados. Las patas y la estructura a la que van enganchadas al asiento son de metal, un metal que se ve fuerte y robusto, mientras que el exterior de la tuerca es de plástico (la rosca interior de metal). El acolchado del asiento y su tapizado (materiales sintéticos) me parecen muy buenos y las gomas de las patas son robustas. Quizá puede bailar un pelín de nada, cosa que al sentarse ya ni se aprecia. Pero el acabado negro final de los metales es bastante malo. Al mínimo rascado que se lleven las patas su cobertura negra se va sin más. Comprobado al meter y sacar el tornillo, que perdió su acabado negro en el primer uso, así como en las tuercas que aprietan las patas al asiento, que al desatornillar para retirar el plástico perdieron cierto tono negro por rayarse.
Por tanto, si buscas una solución barata para tener en casa, cómprate este taburete, porque en relación calidad precio es bueno. Si quieres algo para conciertos, busca alguno un pelín más caro y que tenga un montaje mucho más sencillo. El tornillo da la lata, de verdad lo digo.
Gracias por leer.