Simplemente por el hecho de que se pueda sacar un abanico amplio de sonidos de platillos con este juego significa que empezamos bien.
El sonido que se recibe en general es bastante bueno teniendo en cuenta el precio.
Quizás para profesionales de estudio o escenario, el charles o ride quedan un poco cortos en cuanto la calidad de resonancia, pero los platillos de efectos suenan tan bien como los que llegan a costar el doble de precio.
La fabricación es lo que uno se puede esperar de Meinl, con lo que quiere decir que no decepciona. El acabado es bastante básico, aunque personalmente no los he pillado por tema estético.
Si quieres un juego de platillos con una amplia variedad y polivalentia, no irías mal con estos. Los crash van genial alternando al tocar, ya que se aprecia mucho la disctinción de sus sonidos. El china y trash crash añaden otros elementos que valen para cualquier estilo de música, desde jazz hasta metal.
Las campanas al tocar producen sonidos agradables, que también sirven al tocar para toques distintos.
Lo recomiendo altamente para principiantes, baterias en bandas o para los que quieran unos platillos demás para llevar y con los que se puede jugar.