Sorprende la proximidad del sonido al de la caña natural (hay que afinar mucho para encontrar diferencias, quien sea capaz de encontrarlas). Ventajas: durabilidad, estabilidad y comodidad. La única objeción, para mí, es el embalaje, que resulta demasiado frágil y no lleva portacañas, cosa que sorprende en un producto caro. Legere tampoco fabrica portacañas. Y ocurre que las cañas sintéticas tienen un perfil más bajo que las cañas naturales y no se sujetan en casi ningún portacañas. Contacté con Legere y me dijeron que posiblemente en un futuro lo fabriquen, pero, de momento, el único portacañas que me ha servido ha sido el DAddario Woodwinds Reed Guard small.