Hay veces que detalles tontos pueden arruinar un concierto al aire libre, cuando encontré estos imanes no sabía la joya que estaba comprando. Los fijas al atril (de metal claro) con las partituras y te olvidas de si hay viento o no. Es una simple adquisición que te salvará en muchas ocasiones. Ya no tengo que poner, ni clips, ni pinzas de tender la ropa.