A
Fantástica y además elegante
Estoy encantado con la guitarra. Aunque he tenido muchas guitarras antes, nunca había comprado una de jazz con tapa arqueada. Eso sí, he tenido antes la oportunidad de tocar algunas Gibson L-5 de coleccionista que valen más que mi coche. O sea que más o menos sé lo que se espera de estas guitarras. Esta es mi primera archtop.
La guitarra es bonitísima y elegante. Los acabados son perfectos aunque no son los de una guitarra de lujo, claro. Pero al menos el cuerpo y el mástil con bindings dan sensación de calidad. Muy bien y todo encaja perfectamente. El mástil y los trastes son de los que no puedes parar de tocar, seda pura.
El sonido es lo que es y lo que te esperas. Incluso me ha sorprendido que sea tan jazzy. Con mi ampli fender blues junior suena como los discos de jazz de los 50. Eso sí, ese es el sonido y no intentes conseguir otro. Es lo que es y nada más.
Es una guitarra acústica de media caja con suficiente volumen para tocar desenchufado en casa. El sonido acústico no se parece ni de lejos a una acústica de tapa plana. Muchos medios, sonido separado de cada cuerda y nada de timbreos. Jazz y blues. Nada más.
Lo único que me habría gustado es que la tapa y el fondo fueran más arqueados todavía, como las talladas más antiguas. Pero supongo que con estas tapas prensadas hay un límite. También eché de menos al verla bindings en las efes, como la Ibanez. En todo caso, la tapa es maciza y es bonita a rabiar. Me voy a tener que comprar un smoking para tocarla.
La guitarra es bonitísima y elegante. Los acabados son perfectos aunque no son los de una guitarra de lujo, claro. Pero al menos el cuerpo y el mástil con bindings dan sensación de calidad. Muy bien y todo encaja perfectamente. El mástil y los trastes son de los que no puedes parar de tocar, seda pura.
El sonido es lo que es y lo que te esperas. Incluso me ha sorprendido que sea tan jazzy. Con mi ampli fender blues junior suena como los discos de jazz de los 50. Eso sí, ese es el sonido y no intentes conseguir otro. Es lo que es y nada más.
Es una guitarra acústica de media caja con suficiente volumen para tocar desenchufado en casa. El sonido acústico no se parece ni de lejos a una acústica de tapa plana. Muchos medios, sonido separado de cada cuerda y nada de timbreos. Jazz y blues. Nada más.
Lo único que me habría gustado es que la tapa y el fondo fueran más arqueados todavía, como las talladas más antiguas. Pero supongo que con estas tapas prensadas hay un límite. También eché de menos al verla bindings en las efes, como la Ibanez. En todo caso, la tapa es maciza y es bonita a rabiar. Me voy a tener que comprar un smoking para tocarla.
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