Estuche de la Gibson:
Vaya pasada de acabados, tacto y olor, uno realmente siente que ha comprado un producto premium de calidad.
Primeras impresiones:
Guitarra preciosa la mires por donde la mires, pintura increíble, look vintage 50s total, por un momento pensé que se habían equivocado y me habían mandado una Historic 59 de la custom shop jaja
Acabados:
Acabados preciosos, pero no perfectos.Tiene alguna imperfección en el binding, que aunque es mínima, fácil y barata de corregir, por el precio que vale te esperas un instrumento que roce la perfección.
Hay que entender que están hechas a mano, dos guitarras nunca van a ser iguales y cada pequeña imperfección va a hacer al instrumento único y eso también lo hace especial y único.
Thomann se ha portado 10/10 ofreciendo solución al momento y te cambiarán la guitarra si lo deseas. (Yo he decidido quedármela porque me encanta y la imperfección es minima).
Peso:
La guitarra pesa, se siente un buen trozo de madera, aunque la gente es muy exagerada y dudo que vaya a dar dolores de espalda o nada parecido. No es un peso para nada incómodo y con la correa que trae se siente muy bien equilibrada.
Tacto y comodidad: (Mis manos son mas bien pequeñas).
El mástil es gordo pero no incómodo. Repito, la gente es muy exagerada.
Han sabido apurar la acción baja al límite sin que trastee, como a mi me gusta.
La afinación es una pasada, no se desafina nada. Repito, se siente instrumento de calidad.
Sonido:
Desde limpios cristalinos hasta sonidos cañeros. Sonido muy bien equilibrado, todas las notas se entienden con claridad y transparencia sin importar la saturación que le enchufes, cosa que no ocurre con las epiphone por muy buenas pastillas que les montes. (lo he probado).
Conclusión:
Por mucho que haya venido con alguna imperfección se sigue sintiendo un instrumento profesional de alta calidad, fabricado a mano con cariño para aguantar y rendir a toda la caña que le des.