He quedado gratamente sorprendido con esta caja, esperaba un peor acabado y que fuera más pesada de lo que es al final.
El acabado, con esa tela color crema, es muy vistoso y agradable al tacto. Eso sí, como dice la etiqueta, si no quieres que acabe sucio después de salir por ahí con ella, hay que tratarla con algún repelente de agua y manchas. Si no, acabará sucia y con roña si la sacas por ahí sin cuidado porque la tela acabará empapando todo lo que le caiga. Pero para viajes comedidos y para almacenar la guitarra, es perfecta. Además, el cierre de la tapa es total, sin huecos por los que pase el frío o el agua.
Los cierres quizá sean la parte más débil del exterior, con poca fuerza se pueden abrir, y quizá hubiera estado bien poner otro más, por si acaso. Tiene una cerradura con sus llaves, como otras cajas, pero tampoco me fiaría mucho de su resistencia. Tampoco es nada nuevo, otras cajas de este estilo tienen el mismo problema. No creo que den problemas los cierres si se tratan con cuidado.
El forro interior, en azul, está muy chulo y es suave. Tiene un cajón para meter cosas; no es muy grande pero cabe una correa enrollada y un afinador de pinza, por ejemplo.
La caja está ocupada por una Godin 5th Avenue Kingpin y ésta encaja bastante bien, sin moverse a penas a pesar de tener las dos tapas curvadas. El puente no da contra la tapa y el mástil descansa perfectamente en su sitio. Me preocupaba que no entrara bien o fuera demasiado grande o pequeña, así que muy contento con la compra.
Estaba dudando entre esta Gator y la caja de Thomann (ya tengo un par suyas) y me alegro mucho de haberme decidido por ésta.