Aunque esta funda se ofrece como protector de mezcladores pequeños, es útil también para salvar del polvo y de la suciedad a cualquier aparato de fomas similares.
Yo la uso para un antiguo Yamaha DJXII Box y el ajuste es muy bueno.
Está fabricada de un material de apariencia delicada y ligeramente elástico que le permite adaptarse con facilidad a distintos tamaños y, una vez puesta, cuenta con un cordón para un ajuste perfecto, evitando así que entre nada de polvo. Con un uso normal, no parece que vaya a durar poco, más bien lo contrario.
Tiene un precio muy bueno para lo que ofrece y su compra merece mucho la pena. En definitiva: barata, cómoda, práctica y de una calidad más que suficiente para su uso. Una compra maestra.