Me compré estos tapones para protegerme cuando voy a conciertos, a festivales de música, o a clubs.
Estoy satisfecho, baja bastante el volumen sin tener el efecto desagradable de tapones como los de piscina.
Se oye bien el sonido, incluso te permite oir lo que alguien te dice, pero no te siente incomodo por el volumen de la música.
Al nivel de confort, están bien aunque no siempre fáciles de colocar, pero quizá sean mis orejas.
Me compraré seguramente otro par de tapones con menos protección para los ámbitos que no necesitan tanto aislamiento sonoro.
Pues nada, lo recomiendo a quien quiere disfrutar de la música, sin dañarse el oído.