Cuando probé éstas puas por primera vez quise devolverlas, tantísima punta resultaba muy incómodo. Después de 1 semana de uso, todavía no estoy hecho a ellas, pero reconozco que le saca un sonicazo muy brillante a mi stratocaster.
No son las más duras y si tocas desenchufado, el sonido de la púa contra la cuerda es altísimo (incluso desagradable), pero la definición que ganas cuando te enchufas es la leche. Puedes tocar con toda la garra que quieras o (cuando le coges el rollo) hacer que suene bastante dulce.
Toco muchas horas al día y todavía no la he desgastado lo suficiente como para redondear la punta. Parecen indestructibles!
Como digo, todavía no le he terminado de coger el punto a éstas púas, pero para ritmear en funk, rumba y demás estilos semi-strumming creo que es mejor púas con menos punta.