Crumar Mojo 61

Compré el Mojo 61 porque había escuchado muchas demos y la verdad es que la emulación del B3 y del Rhodes (la misma que el Crumar Seven) son fantásticas. Sin embargo, para mí, no es todo lo práctico que me gustaría que fuese. Para hacer muchos ajustes, de efectos y otras características, dependes del uso del editor web, desde el móvil, tablet u ordenador. Aunque el poder editar los parámetros del teclado vía wifi parece algo moderno y cool, la verdad es que en la práctica no es tan inmediato ni útil como tener botones dedicados para ciertas funciones y parámetros como sí pasa con el Nord Electro. El teclado puede ser bueno para tocar sonidos de Hammond, pero para los sonidos de Rhodes y piano, 61 teclas se me quedan cortas, además de que son demasiado blandas para tocar sonidos de piano. A muchos de los parámetros se puede acceder con una combinación de Shift y otras teclas, pero esto es también algo dificultoso ya que hay que recordar qué combinación de teclas, ya que no todas las funciones vienen serigrafiadas en el teclado. Además posee un número muy limitado de sonidos, aunque los que tienen suenan muy bien, pero se echa de menos un piano acústico de mayor calidad y no se vé tan necesario un órgano de tubos ya que parece un teclado orientado al directo y música, soul, funk, rock,... más que música clásica.

En resumen:
PROS: Fantástico sonido.
CONTRAS: No muy práctico en directo. Poco intuitivo.

Si quieres una emulación de B3 purista, ve a por el Mojo Classic, si quieres un teclado versátil para directo, ve a por el Nord Electro.