Son magníficas, sonido increíble.
Tienen una gran gama de frecuencias limpias y un gran sustain.
Lo malo es que tienen un precio alto y para ciertos tamaños de guitarras se quedan algo cortas (me refiero a la escala de los trastes en el diapasón, distancia entre el clavijero y el puente).
Salvando estas dos cosas, son las mejores cuerdas para tocar jazz que he probado hasta ahora.