Mi primer instrumento – Consejos para aprender de forma efectiva

Mi primer instrumento – Consejos para aprender de forma efectiva

Hacer música puede ser realmente divertido si consigues avanzar rápidamente en tu aprendizaje. Y qué decir cuando empiezas a notar ese avance y te dices: Ey ¡Puedo hacerlo! Precisamente porque no sólo el instrumento pero también el proceso de aprendizaje musical en sí son nuevos para ti, te enfrentas a la cuestión de cómo alcanzar el siguiente nivel con el objetivo de que sea lo más eficiente posible. Aquí van nuestros consejos para que lo logréis. ??


El arte de equilibrar el descanso y la práctica

El objetivo es seguir avanzando y no quedarse estancado. Perfectamente entendible. Pero esto quizás te haga pensar que tienes que practicar continuamente, tanto tiempo como sea posible y con el mayor nivel de dificultad. No exactamente. No hay razón para esforzarte demasiado porque una vez te quedes sin energía tu memoria musical es como la de tu smartphone en una zona sin cobertura: SIN SEÑAL. Seguir en esas condiciones sería un desperdicio de tiempo y energía. Así que no te golpees la cabeza contra un muro. Cuando sientas como que estás chocando contra un muro en tu avance, es el momento de parar y tomar un respiro para recuperar fuerzas y no estancarte.


Entonces, ¿cuánto tiempo y cuántas veces tengo que practicar?

Básicamente tienes que tener en cuenta lo siguiente: Lo que estás entrenando en primer lugar es lo que se denomina «el músculo de la memoria«. Para que los movimientos, los patrones de acordes y las melodías se queden permanentemente en tu cerebro, tienen que quedar grabados en tu memoria a largo plazo. Esto funciona normalmente si practicas al menos entre 20 y 30 minutos y tocas lo que has aprendido después de un descanso en tu fase de concentración. Esto provoca un proceso en tu cerebro – probado por científicos a través de la tecnología MRI – por el cual los movimientos musicales que has practicado se graban en tu memoria a largo plazo. Para asegurarte de que lo que has aprendido no se termine olvidando, tienes que practicar durante varios días, preferiblemente con regularidad durante las mismas horas. Precisamente por eso no es nada aconsejable practicar por ejemplo dos horas un día y absolutamente nada durante los siguientes tres. Es mucho mejor practicar media hora o un poco más cada día, siempre y cuando sea continuo.


Entender la canción

Antes de aprender una canción, tienes que entenderla. Escuchar la pieza entera varias veces, comprender los cambios, la estructura y la intención. Esto te evitará muchas dificultades más adelante. Empezar sin tener idea de cómo será el resultado final no tiene mucho sentido. Tienes que saber a dónde te va a llevar el camino antes de comenzarlo. Analiza las notas, los acordes o la tablatura primero. ¿En qué clave está la pieza? Recuerda dónde se producen repeticiones y cuántas veces ocurren. Hay muchas cosas que estudiar a través de la escucha activa antes de empezar siquiera a aprender los acordes.


Paso a paso con un pie en el freno

La mayoría de los estudiantes de música tiende a tocar las piezas demasiado rápido desde el principio. Un mal hábito es apresurarse al abordar una canción nueva y desconocida, confundiendo esto con practicar o incluso aprender. Así no es como se debería hacer. Mientras estés aprendiendo tienes que ir paso a paso, de una sección a otra. Sólo cuando ya domines una parte (sin errores) puedes pasar a la siguiente. Si vas trabajando la canción entera siguiendo este patrón, lo siguiente es juntar todas las secciones aprendidas y ahora, despacio, tocar todo junto intentando en lo posible cometer el mínimo de errores y sin dudar de ti mismo. El siguiente paso es hacerlo a tempo. Una regla de oro para ello: Si has interpretado una pieza tres veces sin errores, ya puedes concentrarte en una nueva.


Establece un plan para mantener disciplinado y organizado

Para la mayoría de niños y adolescentes, las siguientes palabras no les suele sentar bien: «organización y disciplina«. Simplemente intenta entenderlas como herramientas útiles para practicar y aprender. Rasguear la guitarra durante toda la noche sin un propósito definido, probablemente sea muy divertido, pero raramente acaba convirtiéndose en un éxito de aprendizaje rápido y motivador. Por supuesto que tienes derecho a simplemente jugar con tu instrumento de vez en cuando. Pero igualmente también deberías hacer lo contrario y dedicarte en cuerpo y alma a practicar una pieza en concreto. Lo ideal es establecer un plan de prácticas con tu profesor de música. El plan te ayudará a mejorar de dos maneras: Por un lado, te ayudará a establecer una rutina de práctica regular. Al mismo tiempo, evitará que te sobrecargues con prácticas motivadas por una ambición exagerada. Anota, cada día, cuándo y por cuánto tiempo has practicado. Y si no pásale este ejercicio de «contabilidad» a tus padres.


Practica en un ambiente tranquilo

Seguramente que si tienes que estudiar para un examen de matemáticas preferirías una biblioteca a estudiar en el patio del colegio donde reinan la confusión y la algarabía. Si estudias en casa no es nada ideal hacerlo mientras la familia está de cháchara, con la televisión a todo volumen y tus hermanos y hermanas pegando gritos mientras juegan a los videojuegos. Demasiada distracción. Lo mismo pasa cuando practicas con tu instrumento. Cuando vayas a comenzar el estudio, asegúrate de hacerlo en un ambiente lo más libre de distracciones posible. Tus o padres o tus familiares no deberían estar mirando por encima de tu hombro mientras practicas. Después de todo, estamos hablando de un desafío importante: concentración sobre el instrumento, las notas, el tempo, practicar técnicas complejas y, sobre todo, concentrarte en ti mismo.


Unos últimos apuntes, especialmente para los padres

Para lograr que los niños aprendan su instrumento con alegría y mantengan este maravilloso hobby que es la música, el apoyo es la motivación por excelencia. Siempre es bueno alabar a vuestros hijos cuando están haciendo progresos, y al mismo tiempo reforzar esto como un sentimiento positivo. Motivar, pero no reprender. Hay que saber entender los errores, incluso animarlos, porque son parte esencial del proceso de aprendizaje. No hay que exigir perfección y mantener los niveles de estrés y frustración lo más bajo posible. Siempre que sea posible, debes dejar que tus hijos toquen con otros niños y experimenten así una sensación de empatía con otros en la escuela, la orquesta, la banda o donde sea. Y la cúspide la motivación se alcanza si vosotros, los padres, también tocáis algún instrumento y tocáis todos juntos en familia.

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Juanma vive en Barcelona y se pasa el día inmerso en el mundo de la música entre ensayos, grabaciones y conciertos.

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