5 consejos para mejorar tus grabaciones

Acabas de grabar tu primera canción. El bajo suena potente, las guitarras también y el cantante lo ha clavado a la primera toma. Pero… ¿Qué puedo hacer para que suene todavía mejor? Échale un vistazo a los 5 consejos que hemos preparado para que tu canción suene como si la de un profesional se tratara.

Guitarras: dale más punch a tus guitarras haciendo grabaciones dobles de tu parte. Está técnica se ha convertido en un método de grabación clásico.  Es muy sencilla: tienes que grabar cada sección de la canción dos veces, intentando tocar lo más parecido posible con tal de conseguir ese delay humano que hace que las bandas a dos guitarras suenen tan bien.   Puedes empezar grabando la primera parte a la vez que la pista de guía.  Cuando ya estés contento con el resultado, panea la pista a la izquierda. Luego continua grabando la segunda parte siguiendo pegado a la primera. Intenta apurar al máximo. Panea la segunda toma hacia la derecha y escucha: ¡Muro del sonido instantáneo! Si en tu grupo sois dos guitarristas, que cada uno grabe un lado y recordad ser lo más precisos posibles.
Consejo extra: disminuye la ganancia de tu distorsión para ganar claridad y potencia. Sonará con más fuerza. Nadie quiere un sonido ruidoso y que zumba.

Bajo: A veces el bajo se graba con una DI para conseguir una señal limpia, algo que los técnicos de sonido adoran. También puedes grabar el sonido desde el altavoz de tu amplificador. Sea cual sea el método que utilices, asegúrate de que la señal sea limpia. Después de grabar tu pista, duplícala en tu proyecto. Aplícale alguna simulación de amplificador y overdrive en la segunda pista para conseguir ese sonido áspero y rudo. Ahora mezcla la parte limpia y la distorsionada y ajusta el volumen individual a tu gusto (sube el volumen de la DI para conseguir un sonido más redondo o sube la pista distorsionada para conseguir un sonido más definido y enfocado).
Consejo extra: puedes ir más allá y componer una pista MIDI con las mismas notas que la que has grabado anteriormente con el bajo. Después procede a asignar un sonido de sintetizador grave y una EQ sin agudos: esto te servirá de sub graves.

Baterías: para mantener la potencia sin interferir en las frecuencias de otros instrumentos deberías usar algún compresor. La compresión refuerza los niveles suaves y suaviza los niveles altos. Para una batería, esto quiere decir que podrás escuchar mejor el cuerpo y el golpe pero perderás algo de ataque del sonido de la baqueta golpeando la caja. Lo más fácil sería utilizar un ataque rápido y un release moderado-más-bien-rápido.  El ratio es algo muy personal, así que atento a tus oídos hasta que estés satisfecho con el resultado. También un uso racional de la EQ puede darle la forma que deseas a tu sonido. Utiliza una noise gate para eliminar pequeñas colas y ruidos naturales del propio entorno, obtendrás un sonido más limpio y directo-en-tu-cara.
Consejos extras: si quieres darle una segunda vida a ese aburrido sonido de caja prueba a subirle el pitch un poquito. Además, añadir un sutil reverb en algunas partes de la batería le dará un sonido más profundo al resultado final. ¡No te pases con el reverb en el bombo, evita ese sonido de los 80, a no ser que sea lo que buscas!  🙂

Voces: Graba las voces lo más limpio posible e intenta evitar ruido indeseable como silbidos, popping, acoples o ruido externo utilizando una pantalla de micro. Una vez tengas una señal de sonido limpia el siguiente paso es captar todos los matices de la voz a grabar. No es trabajo fácil, ya que el equilibrio entre demasiado alto y demasiado suave es difícil de encontrar: aquí es donde el compresor toma protagonismo y nos puede sacar del apuro. Piensa en ello como una mano invisible que ajusta el volumen en tiempo real. Te darás cuenta que es más fácil comprimir y maximizar el volumen de una pista tranquila que intentar arreglar una pista distorsionada y saturada, así que empieza con una señal de entrada para tu micro media tirando a baja. En seguida te darás cuenta que con la combinación de una buena colocación del micrófono, la acústica de la sala y una señal limpia tienes la mitad del trabajo hecho.  Consejos extras: Si no tienes una etapa de válvulas, puedes añadir un plugin de saturación de válvulas a tu pista para tener un sonido más vivo. Añade algo de reverb y un delay cortito para darle más profundidad al sonido.

Mezcla general: ahora que ya lo tienes todo tienes que conseguir que la pista final suene más potente: el primer paso es trabajar en una EQ master. Dependiendo de la mezcla inicial, habrá que hacer más o menos cambios. Los factores claves para el «cuerpo» de la canción son el bajo y las frecuencias medias. Al otro lado del espectro los armónicos más agudos producirán una sensación de claridad. Corta alrededor de 250 Hz para ganar algo de claridad; potencia alrededor de 1kHz para que las voces brillen. Cuando la mezcla es compleja un toque de compresión es necesaria. Para terminar, seguramente quieras alcanzar cierto volumen: de eso se encarga el limitador. Básicamente el volumen llegará hasta el techo. Cuidado con clipear y con perder las dinámicas al subir la ganancia. Trata de encontrar un buen equilibrio.
Consejo extra: Intenta siempre escuchar tu proyecto a través de unos monitores de escritorio adecuados ya que los auriculares no traducen como deberían la respuesta de los bajos . Trabaja con tus oídos, llegarás rápidamente a los parámetros más adecuados para tu música.

El consejo final te recomendamos que te hagas con las herramientas adecuadas  y las exprimas hasta sacar lo mejor de ti. Muchísimos discos se han hecho con poco presupuesto, tu carrera grabando solo está a un par de clicks. Mira nuestro equipo de Estudio y Recording.

Juanma vive en Barcelona y se pasa el día inmerso en el mundo de la música entre ensayos, grabaciones y conciertos.

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